Por las noches se echa demasiado de menos. Duele. Tal vez no.
Y piensas que no eres lo suficientemente bueno o que no llenas a nadie, que por eso la gente se va. O yo me voy porque a mí nadie me llena tanto como para dejarme romper. Y me rompo. Bueno, ya lo estoy, pero qué más da, si la vida tiene que tener emoción. Como mirar sus ojos y esa sonrisa que quiebra barreras, corazas y te hace latir el puto corazón muerto que con algo de buena suerte se ilusiona y vive.
Le he llamado a mi vacío: InexDesor. Ya que ni me deja explorarlo para saberlo todo de él ni me deja ponerlo todo en orden para aclararme; y le pido a alguien que venga y se lo lleve, que le doy lo que soy, que no es poco, y que estoy aprendiendo a querer y a abandonar el miedo. Que alguien se quede y no me deje irme.
Espero seguir poniéndoles nombre a mis rarezas, a ver si se las llevan a un museo y se hacen famosas para así descansar en paz donde un día tuve que ponerme la armadura y cazar dragones.
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