Sin querer.


Mira y derrumba barreras.
Pasa y rompe esquemas.
Ríe y reconstruye ciudades
desde las ruinas.
Así era.

Era de los que no se olvidan.
de los que sin querer quieres.
de los que escribes su nombre y lo tachas
pero lo vuelves a escribir sin darte cuenta.
De los que vienen y no se van.
de los que cambian vidas.
y joder.
a mí sí que me la cambió.

Me enseñó a quedarme
cuando se pienso en huir
-contigo-.
Un día me enseñaste a ser bueno,
a quererte hasta enfadado
y a que no existen las casualidades.
Tú eras destino
y qué le den por culo al azar,
tú viniste sin presentarte
y sin llamar a la puerta.
Bendito aquel día.

Que duren los días llenos de ti,
que, aunque te vayas,
yo voy a buscarte.
Aún sin querer queriendo.
Porque volvería
a volver
a conocerte.

Comentarios

Publicar un comentario