No sé, supongo que
la cosa está en
mirar a alguien a los ojos
y tenerlo todo claro.
Ahora mismo pedir a alguien que se quede
debería ser como caminar sobre el fuego.
Tormenta. Huracán. Y vivir.
Porque habría que ser caníbal
depredador
y presa
para ser tanto desastre.
Cuando se va la ilusión qué nos queda
excepto
huir
y
decir
adiós.
Sabemos que quien juega con el fuego,
se incendia.
Y yo, no puedo estar más quemado.
No quiero helarme.
Sé que puedo con todo cuando
me miro
y, después de ser desastre
incendio
cerilla
gasolina
casa
y agua
he aprendido a sonreírme
y vivirme con ganas.
Que me quiero y quiero,
aunque todo se consuma.
Pero siempre me tendré conmigo.
Y no sé, ahora la cosa está en
saber que
me vivo intensamente
para yo matarme.
Víveme y consúmeme,
que vamos a vivir -me digo-.
Que no todo es blanco y negro,
yo soy más de gris.
Comentarios
Publicar un comentario