No sé.

Te veo venir y romper con todo a tu paso:

ciudades, esquemas, vidas e ilusiones.

(Me) sonríes y sabes que no paro las balas.

Te muerdo. Sangro yo.

Ojalá ya no nos duela esperar(nos),

sabes que yo dejé de creer.

No me duele la caída cuando lo que haces

es ir por detrás, abrazarme y sacarme el corazón

con tus manos de ladrona, que lo roba todo

excepto los recuerdos.

¡Y cómo duele!

Te salvas, y joder, yo no me salvo,

me tengo a mí.

A medias.

Las que siempre quise arrancarte

y besarte a heridas.

Pero sabías que estabas envenenada

y eras de las que desaparecen a las 7:00 am.

Hoy he vuelto a pasar por mí

y no te encuentro, supongo que escarbaste tan adentro,

que te has perdido en mí y saliste por dónde te escribo.

Ojalá no vuelva a verte con ese vestido de flores

y tus ganas de darme guerra, ya me mataste sin tregua.

-Colocarn0s.