Sálvate. Sálvame.


Pero qué va a ser de ti cuando descubran que no eres más que fantasmas de lo que fuiste.
Yo no sé quién eres, sé que te quise, que alguna vez supiste querer(me), pero vida mía, ya no te reconozco.

Vas con esa jodida coraza y esos ojitos brillantes diciendo que te has salvado, que ya no hay quien te rompa. -Mientes.- Pero te callas y sonríes tanto que cualquiera te cree y cae rendido a tus pies como si fueras una reina.
Joder, que vas de reina, de heroína y te estás quedando ciega. Te quiero gritar y decirte al oído que tú eres mi mundo y que quiero hacértelo despacio como si fueras a romperte y yo tuviera miedo a perderte.

No sé, deja de hacerte la fuerte y hazte polvo. Piérdete en ti y acaba en mí.
Que si todos los caminos van a Roma,
yo iría a tu boca como si fuéramos yonkis.

Sálvate.
Sálvame.
Bésame.
Quédate.

Nos tenemos jodidamente perdidos cuando yo no sabía a quién esperaba en aquella estación hasta que te vi pasar con tu paraguas negro y tu vestido rojo, como tus labios.
No olvido aquel día. Me enseñaste qué era la vida.

Y yo no sé si la vida eres tú o lo que dejas al marcharte pero, amor mío, sabes que a mí me tienes aún a las tantas de la madrugada. Vuelve, algún día esa coraza te dolerá y me pedirás a gritos que te folle sin piedad y nos quedemos un rato más en la cama mientras tú te pones mi camisa y me dices que siempre soñaste con quedarte, pero que te daba miedo lo nuestro.

Vuela, reina, sabes que me tienes loco si me reflejo en tus ojos.
Arriésgate y di que mejor no dejarnos sin duda.

-Colocarn0s.

Comentarios